El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMPV) aprobó el 'Plan anual de acción sectorial frente a actos de discriminación y de violencia de género', que incluye aspectos de discriminación étnico-racial. A propósito de ello, conversamos con la funcionaria Grecia Rojas, quien lideró el equipo que trabajó dicho plan.
¿Por qué el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables-MIMP ha considerado prioritario y de interés nacional aprobar este Plan?
Dentro de nuestro ámbito de rectoría está la protección de los derechos de las mujeres y uno de los aspectos más difíciles que le toca enfrentar a esta población es la discriminación, no solo por razones de género, sino también del tipo étnico-culturales. Esa interseccionalidad incide en muchas mujeres pero, prioritariamente, en las mujeres trabajadoras del hogar. En ese sentido, através de este plan sectorial frente a actos de discriminación y violencia de género, deseamos abarcar integralmente la vida de las mujeres. No solo de las mujeres adultas realizan trabajo del hogar remunerado, sino también de adolescentes. Se trata de proteger y promover sus derechos a través de una acción coordinada a nivel intrasectorial. Además de la Dirección de Igualdad de Género y No Discriminación, también involucra a la Dirección de Niños, Niñas y Adolescentes, a la Dirección contra la Violencia de Género y al Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual.
¿Cómo identifican los casos de discriminación hacia las trabajadoras del hogar?
Ellas tienen la mitad de los derechos laborales como el derecho a vacaciones. Su remuneración tampoco está regulada según condiciones de dignidad. Por otro lado, a través de las noticias, sabemos que no solo son víctimas de acoso o violencia sexual de forma diversa, sino que existen muchos casos de asesinato a trabajadoras del hogar.
¿Cómo influye lo étnico-racial en los casos que mencionas?
Generalmente, se considera que las mujeres de determinados grupos étnicos son las que deberían ser trabajadoras del hogar. Muchas veces se las mantiene en una situación casi de servidumbre dentro de los hogares. Lamentablemente, además del trabajo en el hogar remunerado, persiste la esclavitud, la servidumbre, relacionada con el vasallaje, el tutelaje, presentes en los imaginarios discriminatorios hacia las poblaciones originarias en nuestro país.
¿Qué estrategia se ha diseñado para prevenir la discriminación hacia las trabajadoras del hogar en este Plan?
En línea con la Resolución Ministerial que crea y declara de interés nacional la aprobación de un Plan Nacional, priorizamos varias áreas: prevención, promoción y capacitación. Este es el primer Plan y esperamos mejorarlo con los años. Tenemos, con el desarrollo de capacidades, la difusión de mensajes al público en general, la prevención de los derechos de las trabajadoras del hogar, la atención integral y oportuna de los casos de violencia sexual y/o familiar, a través de nuestros servicios como la Línea 100, Chat 100, los Centros de Emergencia Mujer y también las Unidades de Investigación Tutelar, que tenemos a nivel nacional. Este plan estará vigente hasta marzo próximo, cuando se apruebe el siguiente Plan.
¿Qué resultados se esperan obtener con la implementación de este Plan?
Primero, queremos que todas las organizaciones sepan que tenemos servicios de denuncia ante cualquier acto de discriminación, sea por ejercer violencia (que ya es un acto discriminatorio contra las mujeres) u otras formas. Deseamos poner a disposición estos servicios y crear una línea especializada de trabajo con ellos. También queremos trabajar articuladamente con los gobiernos regionales y locales para, en cumplimiento de sus funciones, generar mayor espacios de promoción y protección a los derechos, en especial, de los niños, niñas y adolescentes. Asimismo, a nivel intersectorial, quisiéramos ampliar nuestra labor con el Ministerio del Trabajo, dada su competencia y rectoría en torno a la protección a los derechos laborales. En el próximo Plan, quizá articular también acciones específicas con el Ministerio de Cultura para enfrentar, de forma coordinada, otros tipos de discriminación a las que están también sujetas las trabajadoras del hogar.
¿Cuál es el rol de la ciudadanía frente a esta problemática?
El primer rol que tenemos como ciudadanos y ciudadanas es cumplir los derechos. Es importante que la ciudadanía asuma el respeto por las trabajadoras y trabajadores del hogar no solo a nivel laboral, sino hacia los derechos que los protegen contra la discriminación y la violencia. Reconocer al otro, respetar su identidad y su condición de ciudadano y ciudadana es básico.